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ANILLO DE BODA – SU SIGNIFICADO

ceremony wear RING

 

ANILLO DE BODA – SU SIGNIFICADO

 

Conocemos cuatro formas de decir anillo, aunque si vemos su significado hay diferencias sutiles entre ellos.  Llevo mucho tiempo deseando escribir este artículo y compartirlo con vosotros, espero que disfrutéis leyendo tanto como yo escribiendo. Espero dar respuesta a todas vuestras preguntas:

  • ¿Qué significa anillo?
  • ¿Cuál es el simbolismo del anillo?
  • ¿Conoces la historia del anillo de compromiso?
  • ¿Sabes cuál fue el primer anillo de compromiso de diamantes?
  • ¿Dónde se pone el anillo?

ANILLO – significado

Aro que se lleva en un dedo como adorno como símbolo de un estado o cargo

SORTIJA

Aro que se lleva en el dedo, generalmente es de un metal valioso y puede tener adornos, como piedras preciosas

 ALIANZA

1. Unión o pacto entre personas, grupos sociales o estados para un fin común.

2. Documento con el que se sella un pacto.

3. Anillo de oro que llevan en el dedo anular las personas casadas.

 

EL ANILLO COMO SÍMBOLO

 

El anillo, como círculo (aro) que es, simboliza el infinito, sin principio ni fin. Desde nuestra prehistoria el círculo es un símbolo sagrado, reflejo de la luna y el sol, es el símbolo que representa la unidad, lo perfecto, observemos sino el arte megalítico. El círculo en el mundo de las leyendas tiene un inmenso poder, para los egipcios encerrar algo en un círculo significaba que eso era importante.  Para los celtas, era posible ver un hada a través de una piedra en forma de círculo cuyo orificio interno se hubiera hecho de forma natural por la erosión, permitiendo ver en otro plano.  El círculo simboliza lo eterno, como los ouróboros, que es la serpiente que se come su cola formando un círculo, es decir el ciclo sin fin, que en el fondo es el principio básico de la vida.

Los aros en la antigüedad se usaban como objetos decorativos en diferentes partes del cuerpo y como símbolo de estatus dentro del grupo.

EL ANILLO COMO CONTRATO – HISTORIA DE LA ALIANZA

 

No se conoce el momento exacto en el que comenzó a utilizarse el anillo como símbolo nupcial. En Mesopotamia se utilizaban los sellos cilíndricos para sellar documentos, sin embargo hay referencias que nos llevan a considerar que los egipcios fueron los primeros en utilizar el anillo como símbolo de poder y para sellar acuerdos, incorporando el sello que identificaba al dueño en un anillo, eran símbolos de autoridad e identidad, que servían para marcar edictos, leyes, cartas, etc, y así identificar a quién lo había enviado.  Esta tradición ha permanecido hasta nuestros días, ya que cualquier empresa tiene su propio sello que la identifique.

El anillo en la Biblia era un símbolo de poder, autoridad y dignidad para quién lo llevaba. Una de las primeras referencias de las que tenemos constancia aparece en la Biblia en el Génesis 41:42, “cuando el faraón hace llamar a José, que estaba preso, para que le interpretase su sueño sobre los 7 años de abundancia y 7 años de escasez que iba a sufrir Egipto, el faraón al elegir a José como hombre sabio para que gestionase Egipto durante esos años, lo simbolizó vistiéndole de lino, poniéndole un collar de oro y entregándole su propio anillo, por lo que José pasó a ser el Gobernador de Egipto”.

Las mujeres egipcias de un alto nivel social utilizaban joyas de oro, entre ellas los anillos, decoradas o no con piedras como jaspe, lapizlazuli, esmeralda, etc.  Mientras que las más pobres también utilizaban joyas para decorarse pero de materiales más accesibles.

En la Biblia hay más citas que hablan del anillo como símbolo de dignidad o forma de sellar acuerdos, como en  Lucas 15:22  “y el padre dijo a sus criados, al retorno del hijo pródigo, ¡rápido! Traer las mejores ropas y vestidlo, ponedle un anillo en el dedo y calzado en los pies”, como símbolo de dignidad, y en el libro bíblico de Ester 3:10-12 “entonces el rey (Asuero) se quitó el anillo de su mano para sellar el acuerdo, y se lo dio a Amán hijo de Hamedata….”

Los griegos, etruscos y romanos, perfeccionaron la técnica del anillo, como un elemento decorativo más y de posición social.  En el caso de los romanos, hacia el año 30 a. C. en el período Imperial, el oro se limitó exclusivamente al Cesar, embajadores, senadores, cónsules, jefes y oficiales del estado, es decir, aquellos ciudadanos libres, los esclavos no podían llevar, y los demás podían llevar pero de hierro y plata.  Estas normas se abolieron con Justiniano, pero básicamente cada escala social utilizaba el anillo en el metal correspondiente a su clase.  Los griegos se limitaron a llevar los anillos como otro adorno más.

Los romanos, sin embargo, fueron los primeros en utilizar, el anillo como símbolo nupcial, ya que se trataba de “atar” un acuerdo.  Se entregaba un anillo de hierro al padre de la novia, hacia el año 70 d.C., hasta que se formalizase el matrimonio. Este acto se correspondería con nuestra pedida de mano. Posteriormente, hacia el siglo II d.C. se introduce el anillo de oro que igualmente se entregaba al padre de la novia, y a ésta se le entregaba otro con forma de llave, que servía para abrir las cajas personales o familiares que llevaban candado, por tanto, este segundo anillo simbolizaba la confianza hacia la futura esposa.

Los judíos y cristianos tomaron esta práctica de los romanos para sellar los acuerdos matrimoniales, puesto que no existe ninguna referencia en la Biblia, ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento.  De hecho, los primeros indicios arqueológicos, en las catatumbas romanas, se considera que los cristianos comienzan a utilizar alianzas a finales del siglo II d.C.  El material más común encontrado, para estos anillos, es el cobre, aunque también han aparecido de oro.  Los cristianos, a diferencia de las costumbres romanas, solo llevaban la alianza, siendo ésta además muy sencilla y discreta, pues no pretendía ser un objeto ornamental sino una forma de mostrar y sellar un compromiso matrimonial.

Tanto Tertuliano (160-225 d.C) como Clemente de Alejandría (150-215 d.C) aceptaban el anillo como muestra de compromiso entre los contrayentes siempre que fueran modestos y sobrios.  Para Clemente, el anillo era un elemento práctico y protector, porque permitía sellar los documentos y propiedades a la esposa cuando el esposo no estaba y como muestra de autoridad y confianza. Aunque en la iglesia católica el uso del anillo-sello como muestra de dignidad y rango se extiende hasta nuestros días, se tarda en introducir la alianza y aceptarla dentro del rito mismo del matrimonio, siendo absolutamente aceptado y generalizado a partir del siglo XII, donde se introduce la bendición del anillo “El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad”.  Y durante el papado de Inocencio III se aceptó la entrega del anillo de compromiso como promesa de matrimonio durante el tiempo de espera a la llegada de la boda.

Hacia el siglo VIII fueron los judíos los que adoptaron la tradición del anillo, pero estos anillos eran propiedad de la sinagoga, mucho más grandes y con la apariencia de la propia sinagoga.

Fue en el renacimiento, en el siglo XV, cuando Maximiliano de Austria, le regala a su futura esposa María de Borgoña, un anillo con diamantes.  La elección de diamantes se basa en que en su nombre en griego “adamas” simboliza lo indestructible y era una forma de demostrar y afianzar su relación.  Aunque el dato curioso es que entre la propuesta y la boda solo pasaron 24 horas.

 Anillo de María de Borgoña. Oro y diamantes tallados. Flandes ca. 1477. Kunsthistoriches Museum, Viena.

Hay otros anillos de compromiso que también tienen su historia, como el anillo de compromiso más pequeño, que es el que recibió la princesa María, hija de Enrique VIII de Inglaterra, a la edad de dos años del entonces bebé delfín de Francia, evidentemente representados por sus padres.

EL SOLITARIO DE DIAMANTES COMO ANILLO DE COMPROMISO

 

El primer anillo de diamantes, del que se tiene constancia como regalo de pedida para formalizar una propuesta de boda es el de Maximiliano de Austria.  Sin embargo, hoy en día es bastante común regalar un solitario de diamante como anillo de pedida.

Los diamantes eran escasos y muy raros, ya que no se conocían muchas minas para poder extraer esta excepcional gema, solamente en India y Brasil, lo que hacía de su precio algo disuasorio para el común de los mortales y no es hasta que a finales del siglo XIX, en 1870 en Sudafrica se descubren las minas de diamantes.  Se obtiene tal cantidad de mineral, que provoca una bajada de precios tan grande que hace peligrar la supervivencia de la propia industria, de tal manera que DeBeers decide controlar y gestionar el mercado, que a diferencia de los otros mercados de metales y gemas preciosas que varían en función de la producción y la demanda, el mercado de precios de diamantes tiene absolutamente controlados los precios.  Lanzando al mercado diamantes según la demanda evitando que bajen los precios, aunque las reservas de diamante permitan perfectamente un precio más accesible y económico, hay demasiados intereses alrededor que no lo permiten.

En esta misma línea DeBeer creó el lema publicitario más longevo de la historia “Un diamante es para siempre”, generando el deseo de posesión, y simbolizando la idea de que alguien que tiene que realizar un esfuerzo económico tan grande para comprometerse verdaderamente nos ama.

Hoy en día son las grandes estrellas del deporte y del cine, las que muestran inalcanzables joyas, con diamantes únicos, por tamaño y color.

LA POSICIÓN DEL ANILLO

 

La alianza como señal de amor, que recuerda al cónyuge el amor debido al otro.

La alianza como señal de fidelidad, tiene su origen en la idea de que el matrimonio es en sí mismo una relación contractual, y por tanto de naturaleza jurídica, entre dos partes con un fin común.

Por tradición el anillo de compromiso se pone en la mano izquierda y el de matrimonio en la mano derecha, aunque puede haber variaciones dependiendo del lugar.  Además la tradición de llevar el anillo en el dedo anular, viene de los griegos, porque se tenía la convicción que de ese dedo salía una vena que iba directa al corazón.

LA ALIANZA EN NUESTROS DÍAS

 

La alianza representa la unión y el compromiso, pero solo si verdaderamente nace de dentro.  Un anillo de plata con un topacio, puede mostrar más tanto compromiso como un solitario de platino con un diamante de 3 quilates.  El amor no tiene precio y el compromiso tampoco.

Es maravilloso recibir un regalo, pero cuando está hecho con amor es insuperable, y el valor lo adquiere por quién lo entrega no por lo que vale.

Hoy en día no hay que esperar a que nadie nos regale un anillo, esto está al alcance de cualquiera afortunadamente, por eso es tan importante qué alianza vas a elegir para regalar a tu amado o a tu amada.

Hay quién elegirá lo tradicional, quién preferirá algo más original y atrevido.  Existe una gran variedad de combinaciones entre metales y gemas preciosas para adaptarse a los gustos de cada persona. Y la necesidad de sellar y compartir nuestro amor con los que queremos es hermosa.

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