Lo primero siempre antes de hacer un anillo, es tener un encargo o nuestra propia intención de realizar algo, donde el cliente aporte una idea de como quiere su joya, o que tengamos libertad total para su diseño como si de un proyecto nuestro se tratara.
En este caso particular, es Julia, una clienta valiente, cuya única condición es una gema en particular, un Jade, por lo demás me da libertad total para hacer el anillo como yo quiera. Como artista que te hagan eso es un regalo, y he de decir que en este sentido he tenido muchísima suerte pues en general me dejan libertad para crear a mi gusto. Al final del post os dejo como se ve el anillo puesto.
EL BOCETO
Pues bien, ya tenemos cliente y tenemos una gema que dependiendo de su tamaño y forma nos va a condicionar el diseño. Cada diseñador tiene su forma de trabajar pero en mi caso antes de empezar a hacer nada dibujo sobre un papel diferentes posibilidades, son más garabatos que dibujos, hasta que finalmente tengo claro el camino que voy a seguir, entonces desarrollo el boceto.
Una vez que tengo claro el diseño que quiero hacer en el anillo, decido la técnica. Esto qué quiere decir, pues que puedo elegir hacer la pieza en forja, a la cera perdida o mediante un diseño 3D. Con la forja damos forma a una pieza mediante la soldadura de hilos y planchas, calando con la segueta, dando texturas con la laminadora, etc, con la cera perdida podemos hacer lo que queramos, pues esculpimos nuestra pieza en un trozo de cera, que fundimos para obtener la pieza en metal, nos permite casi de todo, y con el diseño 3D realizamos el diseño en el ordenador y lo imprimimos en una impresora 3D especial para joyería y de ahí pasaría a la fundición siendo el resto de pasos exactamente igual que para los otros métodos. También se pueden combinar estos métodos entre sí. Hay otros métodos de fabricación, pero son mecanizados en este caso no nos interesan.
EL VACIADO DE LA CERA
En nuestro caso he decidido que este anillo lo voy a realizar mediante el método de la cera perdida, ya que necesito que el resultado final sea muy orgánico y fluido. Vaciar la cera es un proceso lento y laborioso, ya que es muy importante que el grosor en todas sus partes no supere 0,7 mm aproximadamente ya que sino el anillo luego en metal pesaría muchísimo. Generalmente yo le doy un poquito más de 0,7 para tener margen después para lijar sin dejar ningún lado demasiado débil. Sin embargo, esta parte a mí me encanta porque es hacer una escultura en miniatura, y ver como de un trozo compacto de cera sale una joya es fascinante.
Primero vaciamos al número que vamos a querer el anillo, damos la forma general a la pieza, dibujamos nuestro diseño para que nos sirva de guía, vaciamos todo lo que nos sobra, y le damos el acabado que vamos a querer.
LA FUNDICIÓN
Una vez la cera está terminada, tenemos que llevarla a fundir, en este proceso convertimos la cera en metal. La pieza sale tosca y con bebederos, estos tenemos que cortarlos y lijarlos bien. En fundición podemos pedir el metal que nos interese, plata, oro, latón, etc
LIJADO Y PULIDO
Esta parte es muy importante pues dependiendo de cómo lo lijemos y lo pulamos así se verá la pieza. Podemos elegir los acabados, ya que pueden ser brillo, mate, combinados, podemos añadir un baño de rodio, oro etc, aunque los baños hay que realizarlos al final de todo el proceso, cuando ya estén todas las gemas engastadas. También en este momento, una vez que hemos pulido podemos decidir si es una pieza única o vamos a querer más piezas iguales, porque entonces haríamos un caucho, que es un molde que nos permite sacar copias de un original.
Antes de pasar a engastar podemos esmaltar la pieza, en algunos casos nos puede resultar muy interesante ya que potencia la belleza del diseño.
ENGASTE
Todas las fases de realización de la joya son muy importantes, y si alguna de ellas no está bien, el trabajo del engastador puede ser muy complicado. Su misión es fijar las piedras en la joya y que estas no se pierdan ni se caigan. En nuestro diseño la hoja va sujeta con numerosas garritas que aseguran la gema al anillo.
Después de engastar repasamos el pulido, y si es necesario le añadimos un baño de rodio, oro amarillo, rosa, etc.
A DISFRUTAR
En este momento, hay que hacer entrega del anillo a su dueño, y esperar que lo disfrute tanto como yo haciéndolo.
¿Tienes alguna duda o algo que aportar? ¿Te gustaría tener tu pieza única? Te esperamos.
¿Te ha gustado? Si es así te damos las gracias por compartir este post.
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